El quinto año se fue y con el Ma. Eugenia, ya como maestra de tiempo completo en una escuela en alguna parte de la urbe. Jamás volví a saber de ella. Mi fantasía dual Vivien/Ma. Eugenia se desplomó. Llegó el sexto año y la nueva maestra no era como para soñar, solo diré que fue muy cariñosa con todos. En ese entonces empezaba a convertirme en principiante a cinéfilo, aunque siempre en el rango de la clasificación A. En los cines de aquellos años para atraer a los espectadores hacían ciclos con algún tema: cine de terror, suspenso, la semana de los cómicos, etc. Las películas no eran de estreno, veíamos aquellas que siempre que las exhibían eran taquilleras y duraban en cartelera meses e incluso años. Una de ellas fue Casablanca y en ella conocí a quien seria la segunda mujer en mi vida: Ingrid Bergman. En esta ocasión mi hermano fue el alcahuete pues fue el quien insistió para verla. Una vez en el cine y ver a Ilse (Ingrid Bergman)...WOW! Esta vez ya no hubo dualidad alguna fue simplemente Ingrid Bergman. Casablanca es una buena película cuyo final no es predecible, el guión fue realizado conforme avanzaba la producción (así como hacen nuestras telenovelas) y quien no ha escuchado alguna vez su tema “El Tiempo Pasara”, que por cierto Rick (Humphrey Bogart) jamás dice: “Play it again, Sam”.