LA HISTORIA JAMÁS NARRADA.
Tengo un buen amigo, compañero de trabajo además, su nombre es Agustín y a sus 68 años aún esta activo de forma envidiable. Es un cumulo de experiencia e incansable narrador de historias, su veracidad es como la religión: cuestión de fé. Pata de perro y mochila al hombro conoció desde punta de fuego hasta la patagonia. Marilyn Monroe le concedió una cita cuya coincidencia se dio junto con JFK, quién más tarde sería el presidente de los Estados Unidos (ese país que carece de nombre), pero Agustín se hizo a un lado para dejarle tremendo bombón al Jonh. Por esa misma época paseaba por Nueva Orleans y un muchacho le dio un volante con propaganda comunista, platico con él y le dijo llamarse Lee Oswald. Trabajo en los estudios Disney y conoció personalmente a Walt a quién recomendó dejase de fumar. En un hotel de Nueva York no le dejaban dormir unos jóvenes greñudos, fue a quejarse al cuarto y a la gerencia. A la mañana siguiente los muchachos fueron a disculparse, dijeron llamarse The Beatles y le regalaron boletos para el show de Ed Sulivan. Años después se toparía con Jonh Lennon y Yoko Onno en el central Park, minutos antes de que fuera asesinado. Raúl Velasco seguido le caía de gorra a su finca de Chapala. En el mundial de 1970, festejó al selección de Brasil en su Hacienda de Tlaquepaque, entre ellos se encontraba Pele al que tuteaba. Los años pasaron y sus pasos vacilantes le llevaron a Irán que para su mala suerte le tocó la revuelta que tumbo al sha y actuó de negociador entre los gringos e iranies.
Como esta, miles de historias me ha contado y me doy cuenta que este señor es algo así como el Forest Gum.
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